El Monstruo de Colores no sabe qué le pasa.
Se ha hecho un lío con las emociones y ahora le toca deshacer el embrollo.
¿Será capaz de poner en orden a alegría, la tristeza, la rabia, el miedo y la calma?
He elegido este cuento porque me parece muy importante trabajar la educación emocional desde pequeños. A menudo nos encontramos con niños que no saben ponerle nombre a lo que sienten, y nosotros debemos ayudarles en esta tarea. Además, creo que las ilustraciones son muy bonitas y llaman mucho la atención de los niños.